La relación entre literatura y marginalidad es cada día más estrecha, teniendo en cuenta que la no promoción de la literatura suele empujar al escritor a frecuentar editoriales fraudulentas, que en muchos casos terminan frustrando sus ilusiones. Es entonces cuando el escritor llega a cuestionarse si merece la pena continuar escribiendo, en un mundo de incomprensión y soledad, a merced de los timadores .
En muchos casos, la imposibilidad del escritor por publicar su obra y dejar en manos competentes la promoción de ésta, impide una correcta orientación de la carrera literaria, obligando al escritor a ejercer diversas labores secundarias que precisan de una importante inversión en tiempo y energía, como viene ocurriendo en la promoción de su obra literaria.
Por otro lado, la dificultad para lograr unos canales adecuados de ventas en el mercado actual, capaz de vender la imagen de un artista incluso antes de haber escrito su primera obra, dota a la literatura de una estela marginal, alejando cada vez más al autor de su público, inaccesible a través de los canales existentes, incluso a pesar de las ventajas de las redes sociales e Internet.
Algunos de los escollos más importantes a los que acostumbra a enfrentarse un escritor, son los siguientes:
En muchos casos, la imposibilidad del escritor por publicar su obra y dejar en manos competentes la promoción de ésta, impide una correcta orientación de la carrera literaria, obligando al escritor a ejercer diversas labores secundarias que precisan de una importante inversión en tiempo y energía, como viene ocurriendo en la promoción de su obra literaria.
Por otro lado, la dificultad para lograr unos canales adecuados de ventas en el mercado actual, capaz de vender la imagen de un artista incluso antes de haber escrito su primera obra, dota a la literatura de una estela marginal, alejando cada vez más al autor de su público, inaccesible a través de los canales existentes, incluso a pesar de las ventajas de las redes sociales e Internet.
Algunos de los escollos más importantes a los que acostumbra a enfrentarse un escritor, son los siguientes:
- La incomprensión de la actividad literaria en un mundo marcado por unos valores anti intelectuales.
- La energía y el tiempo invertidos en una promoción que, en muchos casos, resulta frustrada.
- La dificultad para publicar sus textos.
- La imposibilidad de llegar al público adecuado.
- La necesidad de mantener un sueldo digno.
Atentamente:
Rafael Moriel
Rafael Moriel