domingo, 17 de septiembre de 2023

«Hey Jude», el artista no es un ser perfecto


Recuerdo haber leído unas declaraciones de Julian Lennon tachando a su padre de hipócrita, entre otras cosas. Los juicios y reproches así son habituales de hijos a padres, mayormente con vidas tormentosas, y también las hemos conocido en el caso de otros grandes creadores como Bob Marley, a quien se tachó de machista, violento y maltratador.

El artista no es un ser perfecto.
Personalmente, no lo pongo en duda. Lamento que unas tóxicas relaciones parentales marcasen la vida de sus hijos, condenándolos a la vulnerabilidad. Pero no hace falta ser artista para ser un pésimo padre. El objetivo de este post no es juzgar a las personas que los artistas fueron, sino poner de manifiesto que un artista no es, en ningún caso, UN SER PERFECTO.


Un artista no es perfecto, ni tiene por qué serlo. Sólo es un ser humano, imperfecto y frágil como otro cualquiera, en ocasiones cegado por su ego. Es probable que jamás sea el mejor ejemplo a seguir. Un artista es un creador; sus ideales, su vida íntima, sus posibles adicciones, sus juicios y tendencias de cualquier índole, etc., conforman unos determinados marcadores para juzgarlo bajo un prisma concreto.


¡Qué más da cómo fuesen sus vidas! Bastante tenemos con vivir las nuestras en un mundo loco, donde todo tiene un precio, dirigido y gobernado por las desigualdades y la sinrazón. Criad a vuestros hijos lo mejor que podáis... Disfrutando de las canciones, los libros, las películas, los lienzos, etc. Su legado artístico, inspirador y visionario.

Atentamente:
Rafael Moriel

sábado, 2 de septiembre de 2023

«El Viaje de Harold», de Hettie Macdonald

Ficha Técnica

El viaje de Harold,
de Hettie Macdonald


Título original: El viaje de Harold (The Unlikely Pilgrimage of Harold Fry)
Dirección: Hettie Macdonald
Guión: Rachel Joyce. Libro: Rachel Joyce
Música: Ilan Eshkeri
Fotografía: Kate McCullough
País: Estados Unidos
Año: 2023
Duración: 108 min.
Género: Drama | Road Movie. Vejez / Madurez
Reparto: Jim Broadbent, Penelope Wilton, Linda Bassett
Compañías: Essential Cinema, Free Range Films, Ingenious Media, Rose Pine Productions
Sinopsis

Harold (Jim Broadbent) está jubilado y lleva una vida aburrida e insulsa. Los días acontecen junto a su mujer, con quien apenas se comunica, realizando rituales relacionados con las labores del hogar.

Una mañana, recibe una carta de una antigua compañera de trabajo, de la que no tiene noticias hace más de veinte años. En su misiva, Queenie le informa de que tiene cáncer y se despide de él, deseándole lo mejor. Harold escribe unas líneas que apenas conforman un breve cumplido. Sin embargo, y cuando se dispone a echar la carta en el buzón de correos, mantiene una inspiradora conversación con una joven... y decide, en ese mismo momento y con lo puesto, caminar hasta el norte del Reino Unido, a unos 800 km de distancia, con el empeño de visitar a su moribunda amiga en el hospicio, donde se encuentra sola y sin ayuda.


«El viaje de Harold» removerá tu conciencia. Su protagonista se desprende de todo aquello que lleva encima: viaja sin móvil ni tarjeta de crédito, sin carné de conducir. Camina por las carreteras y duerme en el campo. En su peregrinaje se cruza con diversos personajes, a quienes cuenta su objetivo, algunos de los cuales le acompañan temporalmente. Pronto, su hazaña inunda los noticiarios nacionales; pero los fenómenos sociales amenazan tergiversar su propósito, por lo que Harold vuelve a caminar solo, alejado del «grupo».

Una película entrañable. Un protagonista que se enfrenta a todos los fantasmas del pasado, que no son pocos. Una redención, una penitencia, el renacer de una vida que no tenía sentido, y el reencuentro con su pareja. Una película necesaria en estos tiempos "modernos", en los que los malos guiones abundan.

Atentamente:
Rafael Moriel

Volver a inicio de Página

lunes, 14 de agosto de 2023

Septiembre: el comienzo de todo


Lejos del esplendor y el ruido que acompaña los últimos días de diciembre, con su final de ciclo y sus luces como preámbulo de un año nuevo que resuelva nuestros pesares y anhelos, el mes de septiembre podría ser el comienzo de todo: el fin del verano, el regreso al trabajo, el inicio del curso y la posibilidad de emprender actividades y proyectos que se quedaron en el tintero. La ilusión de doce meses por delante...

Por todo ello, algunos consideramos que el año comienza con el fin de agosto, junto a esas tentadoras colecciones de fascículos que anuncian por televisión.


Agosto es el periodo estival para el descanso y la desconexión. Pero no sólo eso, un intervalo de tiempo en el que casi todo se detiene, aunque el grueso de nuestras vidas se forje en el día a día de los once meses restantes, en los que somos esclavos de un acuerdo contractual que ocupa nuestras vidas. A menudo ocurre que, durante las vacaciones de verano o después de éstas, caemos en la cuenta de lo que todo esto supone y significa: ¿cuánto nos dejamos de nosotros mismos en el día a día? ¿Qué desearíamos hacer en realidad? ¿Somos felices? ¿Hasta qué punto se han cumplido nuestros deseos?

Echar el freno en vacaciones puede abrir nuestras mentes. Las vacaciones deberían resultar sanadoras en todo caso, pero en no pocas ocasiones destapan algo que permanecía oculto entre la vorágine, provocando una crisis o un sindrome post vacacional. Y eso dice mucho al respecto de agosto y septiembre, como la posibilidad de un antes y un después.


Por todo ello haced los planes cuanto antes. Coged lápiz y papel y reflexionad sobre lo que estáis haciendo, y a dónde queréis llegar. No perdáis tiempo, que la vida es corta.

Atentamente:
Rafael Moriel

domingo, 6 de agosto de 2023

¿La fama mata?


Ante todo, expresar mi profundo pesar por el fallecimiento de la popular artista irlandesa, Sinéad O´Connor.

Con la certeza de que necesitamos artistas de su talento y fuerza, me vienen a la mente multitud de datos que la marcaron: una familia desestructurada con maltrato infantil, un enorme talento artístico con una fuerza interpretativa y un estilo inusuales, su individualismo e hipersensibilidad emocional, y también su rebeldía y su obsesión religiosa... Cabría preguntarse si su atrevido comportamiento al romper una foto de Juan Pablo II ante las cámaras de televisión inició su mala racha, que quizá la condujo a un fatal desenlace, aunque es más probable que todo sea debido a un cúmulo de circunstancias, y a una mala gestión emocional de la fama.


Al hilo de lo dicho, la hipocresía reina a nuestro alrededor. Pero no sólo eso: decir la verdad puede hacer añicos nuestro entorno. Es necesario ser muy fuerte y sopesar las consecuencias antes de enfrentarse al mundo, sabiendo que, a fin de cuentas, no podemos cambiarlo. Sinéad O´Connor era consciente de su verdad cuando rompió aquella fotografía. Después quizá vino el «más vale sola que mal acompañada», «créate fama y échate a dormir», «a perro flaco todo son pulgas», las crisis y los problemas de salud mental.


¡Tened cuidado! La certeza no es garantía de éxito. Vivamos desde lo auténtico, pero sin destacar.

El mismo talento y la sensibilidad que encumbraron a Sinéad O´Connor, propiciaron su paso por los infiernos. Tan sólo eso podría explicar lo ocurrido. Pero también es cierto que nuestra sociedad castiga la hipersensibilidad, y una vez más se cumple aquello de «la fama mata», especialmente con determinados caracteres y sensibilidades.


Contrariamente a lo que cabría esperar, estar en lo cierto puede dejarnos solos. La experiencia lo demuestra.

Atentamente:
Rafael Moriel