«Soy muy sensible, creativo y sincero. Me siento diferente a los demás y me gusta serlo. Disfruto de la intensidad de la vida en una simple conversación, en el amor o en la tristeza. Puedo alcanzar una profundidad de sentimientos superior a cualquiera. Me impacienta la mediocridad y la vida trivial y mundana. Suelo tener la sensación de que siempre me falta algo. Me deprimo fácilmente».
Índice
1-Consideraciones Importantes
2-Situación en el Eneagrama
3-Hábitos
4-La Envidia Como Pasión
5-La Envidia Como Excusa
6-Manifestación de la Envidia
7-Comportamiento y Actitudes
8-Infancia
9-Liderazgo
10-Subtipos
11-Integración
12-Desintegración
13-Ficha
14-Vídeo Descriptivo Eneatipo 4 (Claudio Naranjo)
2-Situación en el Eneagrama
3-Hábitos
4-La Envidia Como Pasión
5-La Envidia Como Excusa
6-Manifestación de la Envidia
7-Comportamiento y Actitudes
8-Infancia
9-Liderazgo
10-Subtipos
11-Integración
12-Desintegración
13-Ficha
14-Vídeo Descriptivo Eneatipo 4 (Claudio Naranjo)
1-Consideraciones Importantes
Eneatipo-4
Pintura: Ana Roldán |
Lea detenidamente las siguientes cuestiones para poder entender y asimilar correctamente la información contenida en esta página:
- El autodescubrimiento no termina con la identificación de la personalidad básica o eneatipo, sino que tan sólo supone el comienzo de un viaje interior que nos ayuda a empatizar, comprender y mejorar nuestra comunicación con los demás.
- Sea cual fuere su eneatipo básico, los eneatipos en las direcciones señaladas por las flechas influyen en su personalidad global, permitiendo ambos movimientos, así como la integración y la desintegración en ambos casos. Para obtener una respuesta más acorde a la misma, no sólo debe tomar en cuenta el eneatipo básico y su ala correspondiente, sino los dos eneatipos correspondientes a las direcciones de las flechas conectadas con su eneatipo básico en el Eneagrama. Los rasgos de los cuatro eneatipos pueden mezclarse en su personalidad global, proponiendo un marco más amplio y acorde a la realidad. Tomando como ejemplo un eneatipo 4, es muy difícil identificarse completamente con él: cualquier eneatipo 4 posee un ala 3 ó 5, así como un movimiento hacia el 2 y otro hacia el 1, que juegan un papel importante en la personalidad global.
- Este blog dispone de 9 tests independientes para valorar cada eneatipo básico, así como un test de identificación rápida TRIE Riso-Hudson y un test preciso on line (accesible a través del botón «Eneagrama», situado en el menú de la parte superior del presente blog).
- A través del test del Eneagrama es posible dibujar un mapa completo de nuestra personalidad, teniendo en cuenta que el resto de eneatipos influyen en nuestra personalidad global.
2-Situación en el Eneagrama
El eneatipo 4, junto a los eneatipos 2 y 3, conforma el trío emocional, caracterizado por la importancia otorgada al pasado y a los sentimientos en general.
Contrariamente, el trío visceral (eneatipos 8, 9 y 1) otorga mayor importancia al momento actual, de carácter relevante, así como el trío mental o racional (eneatipos 5, 6 y 7) prioriza las consecuencias de la conducta en un futuro.
A grandes rasgos, el eneatipo 4 maneja sus energías de un modo introvertido (eneatipos 1, 4 y 5), teniendo en cuenta su mundo interno y las necesidades concretas.
Contrariamente, otros eneatipos obran de manera extrovertida (eneatipos 2, 7 y 8), centrando su atención en el entorno y las personas que le rodean, o bien de un modo intermedio (eneatipos 3, 6 y 9), en un intento de conciliar ambas tendencias y sin desarrollar ninguna especialmente.
La personalidad global del eneatipo 4 puede estar influenciada de un modo notable por su ala (3 ó 5), así como por sus posibles saltos al eneatipo 1 y al eneatipo 2.
Contrariamente, el trío visceral (eneatipos 8, 9 y 1) otorga mayor importancia al momento actual, de carácter relevante, así como el trío mental o racional (eneatipos 5, 6 y 7) prioriza las consecuencias de la conducta en un futuro.
A grandes rasgos, el eneatipo 4 maneja sus energías de un modo introvertido (eneatipos 1, 4 y 5), teniendo en cuenta su mundo interno y las necesidades concretas.
Contrariamente, otros eneatipos obran de manera extrovertida (eneatipos 2, 7 y 8), centrando su atención en el entorno y las personas que le rodean, o bien de un modo intermedio (eneatipos 3, 6 y 9), en un intento de conciliar ambas tendencias y sin desarrollar ninguna especialmente.
Localización del eneatipo 4 |
La personalidad global del eneatipo 4 puede estar influenciada de un modo notable por su ala (3 ó 5), así como por sus posibles saltos al eneatipo 1 y al eneatipo 2.
3-Hábitos
El eneatipo 4, caracterizado por su orientación a la tristeza, puede mostrar los siguientes hábitos:
- Sensible y romántico.
- Emotivo e intenso.
- Dramático y trágico.
- Sufridor.
- Demandante y con actitud victimista de «pobre de mí».
- Ciclotímico.
- Artístico y estético. Snob.
- Incomprendido, con la sensación de ser diferente.
- Negativo, fantasioso, competitivo.
- Quejoso, envidioso, rencoroso y celoso.
- Venenoso, crítico y mordaz.
4-La Envidia Como Pasión
De acuerdo a la RAE, la envidia se define como la tristeza o pesar del bien ajeno o el anhelo de algo que no se posee.
A diferencia de la envidia que pueden mostrar otros eneatipos (como por ejemplo los eneatipos 2 y 3), centrada fundamentalmente en los aspectos materiales, la envidia del eneatipo 4 llega a adquirir un sentido metafísico. Utilizando su imaginación, el eneatipo 4 se compara continuamente con otras personas, estimando que son más felices: sus vidas siempre son mejores y más prósperas, llegando a la conclusión de que se le ha negado algo que otros poseen: la casa del vecino es mejor que la suya, o tiene un mejor empleo en el que promocionarse y su sueldo es más elevado, o su pareja es mejor que la suya y le hace más feliz, o cuando era pequeño sus padres le pagaron un profesor de piano y él tuvo que conformarse con nada, y así sucesivamente.
El eneatipo 4 vive principalmente en su imaginación y en sus sentimientos. Como una derivación de la perfección y resultado de una constante comparación con lo ajeno, su actitud envidiosa le empuja a desear aquello que no tiene, anhelando ser quien realmente no es. Como resultado, siempre parece mucho más atractivo aquello que no se tiene, sin tener en cuenta lo propio ni valorarlo adecuadamente.
Su fijación es la melancolía, una especie de dulce tristeza que en ocasiones lo apega al pasado, anhelando lo que alguna vez tuvo y acaso perdió. Por ello, su carácter es a menudo romántico, resultando un caldo de cultivo idóneo para la creación y el arte.
Su defecto más notable es el apego al sufrimiento, que a menudo utiliza para llamar la atención. Posee una mala imagen de sí mismo y una marcada orientación hacia la frustración, nacida de su tendencia natural a establecer comparaciones envidiosas.
El apego al sufrimiento del eneatipo 4 obedece a su convicción inconsciente de que cuanto más se sufre en la vida, cuanta peor haya sido su suerte, su amor puede llegar a ser más auténtico que el de otros y por ello tiene más derecho a ser amado, anhelando quizá el día en el que encuentre a alguien capaz de valorar y premiar tanto sufrimiento acumulado, o simplemente ser premiado por ello. Este sentimiento permanece oculto en lo más profundo de su subconsciente.
A diferencia de la envidia que pueden mostrar otros eneatipos (como por ejemplo los eneatipos 2 y 3), centrada fundamentalmente en los aspectos materiales, la envidia del eneatipo 4 llega a adquirir un sentido metafísico. Utilizando su imaginación, el eneatipo 4 se compara continuamente con otras personas, estimando que son más felices: sus vidas siempre son mejores y más prósperas, llegando a la conclusión de que se le ha negado algo que otros poseen: la casa del vecino es mejor que la suya, o tiene un mejor empleo en el que promocionarse y su sueldo es más elevado, o su pareja es mejor que la suya y le hace más feliz, o cuando era pequeño sus padres le pagaron un profesor de piano y él tuvo que conformarse con nada, y así sucesivamente.
El eneatipo 4 vive principalmente en su imaginación y en sus sentimientos. Como una derivación de la perfección y resultado de una constante comparación con lo ajeno, su actitud envidiosa le empuja a desear aquello que no tiene, anhelando ser quien realmente no es. Como resultado, siempre parece mucho más atractivo aquello que no se tiene, sin tener en cuenta lo propio ni valorarlo adecuadamente.
El artista (diferente, inspirado, sensible e inestable) |
Su fijación es la melancolía, una especie de dulce tristeza que en ocasiones lo apega al pasado, anhelando lo que alguna vez tuvo y acaso perdió. Por ello, su carácter es a menudo romántico, resultando un caldo de cultivo idóneo para la creación y el arte.
Su defecto más notable es el apego al sufrimiento, que a menudo utiliza para llamar la atención. Posee una mala imagen de sí mismo y una marcada orientación hacia la frustración, nacida de su tendencia natural a establecer comparaciones envidiosas.
El apego al sufrimiento del eneatipo 4 obedece a su convicción inconsciente de que cuanto más se sufre en la vida, cuanta peor haya sido su suerte, su amor puede llegar a ser más auténtico que el de otros y por ello tiene más derecho a ser amado, anhelando quizá el día en el que encuentre a alguien capaz de valorar y premiar tanto sufrimiento acumulado, o simplemente ser premiado por ello. Este sentimiento permanece oculto en lo más profundo de su subconsciente.
5-La Envidia Como Excusa
El eneatipo 4 posee dos distorsiones características: sentirse rechazado, e incomprendido. Normalmente no demuestra dichos sentimientos, por lo que adquiere una fuerte tendencia a sentirse solo y abandonado, discriminado e incomprendido y con una sensación interna de desconexión y alejamiento.
En su afán por dar lástima para lograr amor, el eneatipo 4 acontece su existencia como si se tratase de una gran tragedia en la que le tocó representar el papel de una sufriente víctima ante las circunstancias de la vida, de la gente y sobre todo, de su trágico destino.
Normalmente se considera una persona muy especial, actitud que choca con el hecho de sentirse tan desgraciado en la vida, pudiendo «enredarse» hasta el extremo en nimiedades o hechos sin demasiada importancia.
El eneatipo 4 posee la extraña sensación de vivir como en un «paraíso perdido». La propia sensación que tiene de sí mismo es como la de un barco que navega a la deriva, azotado por la tormenta, llegándose a sentir como un «aristócrata en el exilio», acaso como si antaño las cosas fueron perfectas y un día todo se derrumbó, dejándolo sumido en la más profunda tristeza, una oscuridad interior en la que la vida cotidiana parece insoportable y los problemas son imposibles de solucionar.
Puede esforzarse mucho por resultar original y auténtico, escapando a toda costa de la vulgaridad y lo cotidiano, hasta resultar único e irrepetible.
Existe un apego a lo inalcanzable, que curiosamente pierde su valor si finalmente es alcanzado, haciéndole vivir en un eterno estado de insatisfacción, extraviado en un inmenso vacío que nada ni nadie parece capaz de llenar. También padece un apego al sufrimiento y a la melancolía, que le hace permanecer en contacto con el objeto perdido.
Al igual que ocurre con el eneatipo 2, su foco de atención permanece fijado en las relaciones. Sin embargo y a diferencia de éste, que normalmente posee una gran habilidad para tratar con la gente y resultar muy simpático, las relaciones del eneatipo 4 pueden resultar a menudo tensas, tormentosas y difíciles, con problemas derivados directamente de su elevada intensidad emocional.
La envidia del eneatipo 4 puede recorrer una amplia gama de matices, dependiendo del subtipo dominante: desde desear culposamente lo que el otro tiene, hasta la envidia más abierta y decapitadora: «¡ojala se mate por ahí con su coche caro… Entonces sabrá para qué sirve tanto dinero!».
En su afán por dar lástima para lograr amor, el eneatipo 4 acontece su existencia como si se tratase de una gran tragedia en la que le tocó representar el papel de una sufriente víctima ante las circunstancias de la vida, de la gente y sobre todo, de su trágico destino.
Normalmente se considera una persona muy especial, actitud que choca con el hecho de sentirse tan desgraciado en la vida, pudiendo «enredarse» hasta el extremo en nimiedades o hechos sin demasiada importancia.
El eneatipo 4 posee la extraña sensación de vivir como en un «paraíso perdido». La propia sensación que tiene de sí mismo es como la de un barco que navega a la deriva, azotado por la tormenta, llegándose a sentir como un «aristócrata en el exilio», acaso como si antaño las cosas fueron perfectas y un día todo se derrumbó, dejándolo sumido en la más profunda tristeza, una oscuridad interior en la que la vida cotidiana parece insoportable y los problemas son imposibles de solucionar.
Fijación romántica y apego al pasado |
Puede esforzarse mucho por resultar original y auténtico, escapando a toda costa de la vulgaridad y lo cotidiano, hasta resultar único e irrepetible.
Existe un apego a lo inalcanzable, que curiosamente pierde su valor si finalmente es alcanzado, haciéndole vivir en un eterno estado de insatisfacción, extraviado en un inmenso vacío que nada ni nadie parece capaz de llenar. También padece un apego al sufrimiento y a la melancolía, que le hace permanecer en contacto con el objeto perdido.
Al igual que ocurre con el eneatipo 2, su foco de atención permanece fijado en las relaciones. Sin embargo y a diferencia de éste, que normalmente posee una gran habilidad para tratar con la gente y resultar muy simpático, las relaciones del eneatipo 4 pueden resultar a menudo tensas, tormentosas y difíciles, con problemas derivados directamente de su elevada intensidad emocional.
La envidia del eneatipo 4 puede recorrer una amplia gama de matices, dependiendo del subtipo dominante: desde desear culposamente lo que el otro tiene, hasta la envidia más abierta y decapitadora: «¡ojala se mate por ahí con su coche caro… Entonces sabrá para qué sirve tanto dinero!».
6-Manifestación de la Envidia
La envidia puede manifestarse a través de las siguientes actitudes:
- Pobreza de la imagen personal: la envidia parte de una insatisfacción por lo que se es o lo que se tiene, en la que el individuo tiene dificultad para aceptarse y reconciliarse consigo mismo.
- Competición: el miedo a encontrarse con alguien que pueda resultar más atractivo e interesante puede conducirlo a entablar una competición para no perder la batalla. La pugna puede situarse en el campo de la imagen, del vestido, del estilo de la vida, de las armas de seducción empleadas para conquistar la atención ajena, etc.
- Intensidad emotiva: para sentirse vivo y especial, busca todo cuanto es profundo, hermoso y doloroso, rechazando la rutina y la vulgaridad.
- Maridaje con el sufrimiento: el sufrimiento es un fiel aliado, creando una intensidad de sentimientos, una riqueza de vida, una sensibilidad exacerbada y una mayor profundidad en el encuentro con los demás. A veces, el eneatipo 4 se desposa con el sufrimiento, ensimismándose en el papel de victima o incomprendido.
- Búsqueda de afecto: la superación del sentimiento de vacío, soledad o abandono, se produce mediante la búsqueda de alguien que lo ame de verdad, pudiendo llegar a convertirse en una persona completamente dependiente.
Intensidad emocional e inspiración |
7-Comportamiento y Actitudes
La envidia del eneatipo 4 puede mostrarse bajo diversas formas:
- Visión de la otra persona como alguien que tiene algo que a él le falta.
- Atraído por lo inaccesible, el ideal nunca está presente aquí y ahora.
- Puede resultar trágico, triste, artístico, sensible y original.
- Suele permanecer concentrado en el amante ausente, en la pérdida de un amigo, en el amor perdido, en el amor imposible.
- Se deprime con frecuencia, aceptando los resultados de un modo fatalista, practicando largos periodos de auto aislamiento. Puede luchar contra la depresión a través de una frenética hiperactividad, o bien profundizando en el lado más oscuro, a través del arte.
- Su melancolía crea una atmósfera de dulce lamento, permaneciendo intensamente vivo en sus cambios emocionales.
- Se mantiene a una distancia segura, no muy lejos, para que la nostalgia familiar no se convierta en desesperación.
- Su situación respecto a los demás nunca es justa, anhelando que las circunstancias sucedan de un modo diferente.
- Internamente está convencido de que más tarde o más temprano terminarán por abandonarlo, lo que le provoca miedo.
- Puede resultar quejoso y demandante. Al sentir que ha sufrido mucho y ha tenido tantas carencias, el mundo está en deuda con él y debe satisfacer sus caprichos.
- A menudo tiene la sensación de poseer un defecto fatal y sombrío (que desconoce a ciencia cierta), que al mismo tiempo le hace diferente y especial.
- Busca alguien poderoso para emparejarse, de carácter protector.
- Su sentimiento puede resultar especialmente profundo e intenso, pudiendo llegar a protagonizar un papel dramático. Su hambre de amor y voracidad entraña una atmósfera de vorágine y turbulencia, un tsunami de emociones.
- Convencido de que cuanto más dolor, existe más vida y más amor, puede llegar a hacer una tragedia de cualquier mal menor, creyendo que nadie sufre más que él mismo. Lo que para otros parecería una exageración emocional, es su realidad de todos los días.
- Existe la posibilidad de deprimirse suicidamente, como ha venido ocurriendo con multitud de grandes artistas.
- Creencia arraigada de poseer el derecho de reclamar. Se quejará y hará todo lo posible para obtener su recompensa (que alguien, alguna vez, le arrebató de súbito).
- Tendencia a culpar a otros de sus problemas y de lo mal que le trató la vida, llegando hasta la imposibilidad para reconocer su contribución ante los conflictos, ya que siempre necesita ver al otro como equivocado y a sí mismo como una víctima.
- Problemas en sus relaciones al fijarse en los aspectos negativos del amigo presente, pudiendo resultar relaciones inestables.
- Para alejarse de la temida vulgaridad puede adoptar una actitud de superioridad al resto (antes muerto que sencillo).
- Normalmente suele ser refinado, esteta y en algunos casos muy snob. Valora su gusto refinado y su sensibilidad, que considera más arraigada y profunda que la de otros, pudiendo llegar a ignorar a quienes siente que no merecen su atención. Existe una tendencia elitista, como una reacción a sentir precisamente lo contrario en su interior.
- A través de su tendencia al refinamiento, el eneatipo 4 puede lograr manejar el mundo del ceremonial y el protocolo, los manuales de comportamiento, las reglas y conductas, las formalidades y los modales correctos, lo cual puede resultar paradójico, proviniendo de una personalidad que piensa que las reglas no están hechas a su gusto y usualmente no acostumbra a respetarlas.
- El eneatipo 4 puede adoptar una actitud diferente a la de sufrir y lloriquear (más acorde al comportamiento del eneatipo 2), a través de una imagen superior y endiosada, adoptando una actitud de «primma donna», aunque realmente se sienta por dentro socialmente inseguro y temeroso de no ser amado y aceptado. También puede parecer maníaco, exultante e hiperactivo.
- Puede ser venenoso, rencoroso y mordaz con los demás: su intención inconsciente es infligir a los demás la vergüenza que él evita experimentar, manteniendo su propia impecabilidad. Puede ser celoso, crítico y mordaz.
- El eneatipo 4 integrado es muy creativo y puede ayudar a mitigar el dolor ajeno. Está comprometido con la belleza y la vida apasionada: nacimiento, sexo, intensidad y muerte.
Su capacidad masoquista le hace fuerte en el dolor |
8-Infancia
Desde su niñez, el eneatipo 4 pudo sentirse abrumado por una profunda sensación de carencia, acaso como si le faltara algo que los demás tienen (aunque normalmente no sabe qué es).
Pudo ser un niño muy ciclotímico, centrado en lo que tienen los demás niños en lugar de fijarse en lo propio, aprendiendo a establecer comparaciones en las que otros siempre tienen más, mejor y diferente.
A menudo recuerda el abandono en su infancia, padeciendo en consecuencia un sentimiento de carencia y de pérdida.
Pudo ser un niño muy ciclotímico, centrado en lo que tienen los demás niños en lugar de fijarse en lo propio, aprendiendo a establecer comparaciones en las que otros siempre tienen más, mejor y diferente.
A menudo recuerda el abandono en su infancia, padeciendo en consecuencia un sentimiento de carencia y de pérdida.
9-Liderazgo
El liderazgo que ejerce o puede ser capaz de ejercer el eneatipo 4 es:
- Líder creativo, original, capaz de buscar el origen de las cosas. Muy inspirado.
- Innovador e incluso transgresor.
- Gran capacidad sensible.
- Posee una fuerza interior que surge en los momentos difíciles o de crisis, como ocurre en la mayoría de los artistas, resurgiendo como el Ave Fénix: se hace fuerte en el dolor y el sufrimiento.
10-Subtipos
Los tres subtipos para el eneatipo 4 contemplados en el Eneagrama son muy diferentes entre sí. Dependiendo del subtipo, pueden clasificarse como sufridos, sufridores e insufribles.
Tenacidad, descaro.
Existe una necesidad neurótica de soportar, una pasión por aguantar y resistir hasta el masoquismo.
Justificación personal: «aguanto, luego existo».
Su pasión satélite es la tenacidad y es el contra pasional, pues su envidia no permanece a la vista y ni siquiera la registra como tal. Es el mental de los tres subtipos y se le conoce como la cabrita sufrida del Eneagrama, que torna hacia adentro su demanda, convirtiéndose en un estoico masoquista. Es capaz de permanecer durante horas enteras sin hablar ni pronunciarse al respecto, cuando no tiene claro cómo salir de los conflictos. No llora, o es muy difícil que lo haga, y menos en público.
Puede contener su dolor sin el más mínimo gesto y sufrir mucho para merecer amor, haciendo de su anhelo algo muy importante en su vida.
Es muy observador, perfeccionista, ambicioso y gran conseguidor. Muy autónomo, no acostumbra a quejarse y es tenaz, muy trabajador y rígido, por lo que puede confundirse con el eneatipo 1 y el eneatipo 5, y en menor medida con el eneatipo 3 (subtipo conservación), aunque en lugar de esforzarse mucho por lograr el éxito buscado por el eneatipo 3, el eneatipo 4 lo hace para tapar carencias.
A menudo no logra satisfacción por sus logros, sino por el hecho de haber podido sobrevivir. Es activo, extrovertido, temerario, práctico y materialista. Capaz de jugar a la vida y la muerte para terminar sobreviviendo siempre. Es una especie de funambulista, capaz de de involucrarse en situaciones y personas peligrosas o mantenerse coqueteando con la pérdida y la quiebra, ya que a través del sacrificio cree que puede llegar a ser alguien muy especial.
Vergüenza social.
Es el emocional de los tres subtipos. Si bien los tres subtipos del eneatipo 4 son muy diferentes entre sí, la explicación del subtipo social contenida en la mayoría de los libros de Eneagrama, se correspondería con este subtipo. Es el «chupóptero» por excelencia.
Quejumbroso, llorica, ofrece una pobre imagen de sí mismo. Su actitud podría resumirse a través de la expresión: «el que no llora, no mama». A sus ojos, todo el mundo es mejor que él. Existe una necesidad neurótica de ser el «patito feo». Su pasión es la vergüenza y muestra una gran tendencia a sufrir, llorar y culpar al mundo de todos sus males, poniendo de manifiesto la envidia.
Justificación personal: «soy el patito feo, luego existo». Su idea del mundo es de total sufrimiento, como si no hubiera esperanza. Es un subtipo social con un comportamiento «anti social», ya que es un eterno inadaptado que no colabora con el mundo, sino que termina fastidiando porque no resulta complacido de ninguna manera.
Su pasión satélite es la vergüenza social, en el sentido de ser como el «pobre de mí». Denominado también como el «sufridor», es el más quejoso y lloroso de los subtipos, la envidia vergonzosa.
Es más tímido e intensifica su sufrimiento por no saber demandar abiertamente, al contrario que ocurre con el subtipo sexual. Es el solo y desprotegido, el «pobre de mí», el «patito feo». Su actitud es muy clara y resulta fácil de identificar, pues su propio rostro lo delata.
Existe temor a que su apariencia externa pueda ser rechazada, por lo que trata de inspirar amor a través de dar lástima y de «hacerse el enfermo». Suele ser esa persona de la que otros se ríen, y que llega a sentirse como si su mera existencia fuera un error.
Frecuentemente utiliza una imagen atractiva y exótica para sentirse compensado, como por ejemplo los góticos.
Odio, competencia.
Es el instintivo de los tres subtipos, orientado a la acción. Existe una necesidad neurótica de sentir con intensidad, demandar y exigir abiertamente, así como una pasión por competir, gritar, montar el lío y vencer. A menudo utiliza una terrible agresividad emocional, con la que intenta compensar su baja autoestima. No acostumbra a pedir perdón y en ocasiones provoca daños irrecuperables en la amistad, la confianza de otros, etc.
Justificación personal: «odio, luego existo». A menudo tiene muchos problemas interpersonales.
Su pasión satélite es el odio. Conocido también como el «insufrible», no sufre por los demás sino que hace sufrir, a través de una envidia decapitadora. Centrado en el odio y la competitividad, su comportamiento es arrogante y descarado, reclamando de un modo explícito.
A menudo resulta turbulento y tempestuoso; sensual, seductor, celoso y posesivo, su amor es de carácter canibalístico. La envidia competitiva es del tipo Caín, queriendo aniquilar al otro por tener algo que él no tiene. La envidia voraz.
Puede sentirse atraído por lo imposible, las emociones intensas, las situaciones extremas, las parejas prohibidas, pretendiendo ser la persona más importante en la vida del otro.
Puede ser muy narcisista y exhibicionista: perfumarse y maquillarse de forma extrema, llegando incluso a la extravagancia en su deseo de llamar la atención. Puede ser presa de adicciones o intenciones suicidas.
Su comportamiento y sus actitudes denotan abiertamente su imposibilidad de contenerse, no guardándose nada y diciendo todo lo que piensa. En ocasiones puede confundirse con el eneatipo 8, llegando a ser muy agresivo. También puede confundirse con el eneatipo 2, por su soberbia.
El eneatipo cuatro, subtipo sexual, es el carácter más intenso del Eneagrama.
Subtipo Conservación
(Tenacidad / Descaro, «el Sufrido»)
(Tenacidad / Descaro, «el Sufrido»)
Tenacidad, descaro.
Existe una necesidad neurótica de soportar, una pasión por aguantar y resistir hasta el masoquismo.
Justificación personal: «aguanto, luego existo».
Su pasión satélite es la tenacidad y es el contra pasional, pues su envidia no permanece a la vista y ni siquiera la registra como tal. Es el mental de los tres subtipos y se le conoce como la cabrita sufrida del Eneagrama, que torna hacia adentro su demanda, convirtiéndose en un estoico masoquista. Es capaz de permanecer durante horas enteras sin hablar ni pronunciarse al respecto, cuando no tiene claro cómo salir de los conflictos. No llora, o es muy difícil que lo haga, y menos en público.
Puede contener su dolor sin el más mínimo gesto y sufrir mucho para merecer amor, haciendo de su anhelo algo muy importante en su vida.
Es muy observador, perfeccionista, ambicioso y gran conseguidor. Muy autónomo, no acostumbra a quejarse y es tenaz, muy trabajador y rígido, por lo que puede confundirse con el eneatipo 1 y el eneatipo 5, y en menor medida con el eneatipo 3 (subtipo conservación), aunque en lugar de esforzarse mucho por lograr el éxito buscado por el eneatipo 3, el eneatipo 4 lo hace para tapar carencias.
Eneatipo 4 conservación Tenacidad: lograr su propósito, sí o sí |
Subtipo Social (Vergüenza, «el Sufridor»)
Vergüenza social.
Es el emocional de los tres subtipos. Si bien los tres subtipos del eneatipo 4 son muy diferentes entre sí, la explicación del subtipo social contenida en la mayoría de los libros de Eneagrama, se correspondería con este subtipo. Es el «chupóptero» por excelencia.
Eneatipo 4 social Vergüenza: tristón, llorón |
Justificación personal: «soy el patito feo, luego existo». Su idea del mundo es de total sufrimiento, como si no hubiera esperanza. Es un subtipo social con un comportamiento «anti social», ya que es un eterno inadaptado que no colabora con el mundo, sino que termina fastidiando porque no resulta complacido de ninguna manera.
Su pasión satélite es la vergüenza social, en el sentido de ser como el «pobre de mí». Denominado también como el «sufridor», es el más quejoso y lloroso de los subtipos, la envidia vergonzosa.
Es más tímido e intensifica su sufrimiento por no saber demandar abiertamente, al contrario que ocurre con el subtipo sexual. Es el solo y desprotegido, el «pobre de mí», el «patito feo». Su actitud es muy clara y resulta fácil de identificar, pues su propio rostro lo delata.
Existe temor a que su apariencia externa pueda ser rechazada, por lo que trata de inspirar amor a través de dar lástima y de «hacerse el enfermo». Suele ser esa persona de la que otros se ríen, y que llega a sentirse como si su mera existencia fuera un error.
Frecuentemente utiliza una imagen atractiva y exótica para sentirse compensado, como por ejemplo los góticos.
Subtipo Sexual o Intimidad
(Odio / Competitividad, «el Insufrible»)
(Odio / Competitividad, «el Insufrible»)
Odio, competencia.
Es el instintivo de los tres subtipos, orientado a la acción. Existe una necesidad neurótica de sentir con intensidad, demandar y exigir abiertamente, así como una pasión por competir, gritar, montar el lío y vencer. A menudo utiliza una terrible agresividad emocional, con la que intenta compensar su baja autoestima. No acostumbra a pedir perdón y en ocasiones provoca daños irrecuperables en la amistad, la confianza de otros, etc.
Justificación personal: «odio, luego existo». A menudo tiene muchos problemas interpersonales.
Su pasión satélite es el odio. Conocido también como el «insufrible», no sufre por los demás sino que hace sufrir, a través de una envidia decapitadora. Centrado en el odio y la competitividad, su comportamiento es arrogante y descarado, reclamando de un modo explícito.
Eneatipo 4 sexual: Intensidad |
Puede sentirse atraído por lo imposible, las emociones intensas, las situaciones extremas, las parejas prohibidas, pretendiendo ser la persona más importante en la vida del otro.
Puede ser muy narcisista y exhibicionista: perfumarse y maquillarse de forma extrema, llegando incluso a la extravagancia en su deseo de llamar la atención. Puede ser presa de adicciones o intenciones suicidas.
Su comportamiento y sus actitudes denotan abiertamente su imposibilidad de contenerse, no guardándose nada y diciendo todo lo que piensa. En ocasiones puede confundirse con el eneatipo 8, llegando a ser muy agresivo. También puede confundirse con el eneatipo 2, por su soberbia.
El eneatipo cuatro, subtipo sexual, es el carácter más intenso del Eneagrama.
11-Integración
La superación del eneatipo 4 puede lograrse descubriendo el equilibrio y la armonía, mediante la práctica de las siguientes actitudes:
Mediante la práctica de dichas actitudes, el eneatipo 4 logra progresar en los siguientes aspectos:
- Aceptar serenamente la insatisfacción de los propios deseos.
- Aprender a satisfacerse, sanando la tensión entre la atracción por lo que no hay y la repulsión por lo que hay.
- Vivir el presente, sin dejarse llevar por la nostalgia del pasado ni buscar compensaciones imaginarias, soñando con un futuro maravilloso.
- No ceder a la autocomplacencia, sino encauzar las propias energías en acciones constructivas, desarrollando las propias capacidades sociales.
- Valorar con serenidad y apertura lo que es único y exclusivo, lo normal y ordinario, tanto dentro como fuera de sí mismo.
- Transformar las propias heridas en compasión y comprensión para el sufrimiento ajeno.
- Recuperar el equilibrio de la propia vida sentimental.
- Amarse y aceptarse, aprendiendo a ser buena compañía para uno mismo.
Direcciones o Saltos de Integración y/o Desintegración |
Mediante la práctica de dichas actitudes, el eneatipo 4 logra progresar en los siguientes aspectos:
- Logra realizarse, focalizándose en algo objetivo, más allá de sus sentimientos y fantasías. Se traslada del ensimismamiento a la acción, a través de principios y convicciones.
- Reconoce valores a los cuales someterse. Gustosamente se auto disciplina, trabajando constantemente en la realización de su potencial, para poder contribuir al mundo.
- Encuentra la libertad al desear hacer lo que debe hacerse en lugar de hacer lo que le plazca, en su búsqueda mal orientada de sí mismo.
- Al obtener satisfacción de la realidad, ya no se ve tentado a ser auto indulgente, ni se considera distinto a los demás. Se somete tanto a la realidad como a los dictados de su conciencia, poniéndose límites gustosamente, superando la tendencia a liberarse de obligaciones sociales y morales.
- Es capaz de ser un excelente profesor, objetivo respecto de sí mismo, extrayendo riquezas del mundo subjetivo. Su intuición se ve reforzada por un excelente juicio, transformando la intromisión personal en la razón.
- Se trasciende a sí mismo. Su creación es objetiva, siendo capaz de contemplarla y darse razones para lograr una genuina autoestima. En la medida en que su creación es buena, la persona que la creó debe serlo también.
12-Desintegración
El Eneagrama no está orientado a las distorsiones de la personalidad y patologías mentales. En su patología o enfermedad, el eneatipo 4 puede padecer un trastorno límite de la personalidad, depresión grave, comportamiento pasivo agresivo, trastorno de personalidad evasiva y suicidio.
13-Ficha
Pasión: la envidia.
Centro: sentimiento.
Fijación: melancolía.
Visión de sí mismo: «yo, diferente».
Estructura del temor (lo que evita): ordinariez.
Estructura del deseo: sentirse especial.
Trampa o justificación: autenticidad.
Calificativos: El Romántico. El Melancólico. El Especial. La Víctima Trágica. El Individualista. El Esteta.
Hábito: intenso, apremiante, a menudo elegante y sofisticado, así como ensimismado.
Con regularidad muestra tez amarillenta, cara de cólico, sonrisa triste, párpados caídos. Los ojos pueden parecer húmedos o tristes. Algunas veces puede parecer chocante, descarado o extravagante.
Famosos: María Callas. Edgar Allan Poe. Janis Joplin. Jimi Hendrix. Jim Morrison. Frida Khalo. Vincent Van Gogh. Oscar Wilde. Chavela Vargas. Prince. Michael Jackson. Anais Nin. Laurence Olivier. Sylvia Plath. Joaquín Sabina. Lawrence de Arabia. Alanis Morrissette. Marcel Proust. Salieri. Judy Garland. Edgar Allan Poe. Rimbaud. Baudelaire. Desmond Hume (AC), Danielle Rousseau (AC) y Michael Dawson (Sex.), de la serie «Lost».
Centro: sentimiento.
Fijación: melancolía.
Visión de sí mismo: «yo, diferente».
Estructura del temor (lo que evita): ordinariez.
Estructura del deseo: sentirse especial.
Trampa o justificación: autenticidad.
Calificativos: El Romántico. El Melancólico. El Especial. La Víctima Trágica. El Individualista. El Esteta.
Hábito: intenso, apremiante, a menudo elegante y sofisticado, así como ensimismado.
Con regularidad muestra tez amarillenta, cara de cólico, sonrisa triste, párpados caídos. Los ojos pueden parecer húmedos o tristes. Algunas veces puede parecer chocante, descarado o extravagante.
Famosos: María Callas. Edgar Allan Poe. Janis Joplin. Jimi Hendrix. Jim Morrison. Frida Khalo. Vincent Van Gogh. Oscar Wilde. Chavela Vargas. Prince. Michael Jackson. Anais Nin. Laurence Olivier. Sylvia Plath. Joaquín Sabina. Lawrence de Arabia. Alanis Morrissette. Marcel Proust. Salieri. Judy Garland. Edgar Allan Poe. Rimbaud. Baudelaire. Desmond Hume (AC), Danielle Rousseau (AC) y Michael Dawson (Sex.), de la serie «Lost».
14-Vídeo Descriptivo Eneatipo 4 (Claudio Naranjo)
A través del siguiente vídeo es posible analizar el eneatipo 4, de acuerdo al doctor Claudio Naranjo, considerado el padre del Eneagrama
Atentamente:
Rafael Moriel
Rafael Moriel