Lo más frágil que he visto en toda mi vida fue una mariposa gigante, batiendo sus alas.
El día que visitamos el «Mariposario del Drago», en la isla de Tenerife, observé volar a un ejemplar de mariposa grande. En ese instante fui consciente de la enorme fragilidad de aquel insecto, de más de diez centímetros, desplazándose lentamente.
El objeto del presente post es concienciar acerca del respeto al medio ambiente, concretamente de las mariposas, si es que todavía estamos a tiempo de cambiar algo.
La mariposa es un insecto del género lepidóptero. Se conocen doscientos cincuenta mil tipos diferentes de especies, de los cuales tan sólo quince mil de ellos se corresponde con mariposas diurnas, siendo el resto de ellas nocturnas. Se trata del grupo con mayor diversidad de especies sobre la tierra.
Actualmente, las mariposas son consideradas como indicadores biológicos de la salud ambiental de los ecosistemas, ya que tan sólo pueden subsistir en entornos limpios.
Muchas especies de mariposas se han extinguido durante los últimos cuarenta años, y el 76% de las especies ha sufrido un vertiginoso descenso en su población.
Una mariposa común vive entre una y tres semanas. Las especies que hibernan pueden vivir hasta varios meses, debido a su inactividad durante dicho periodo. Algunas especies de mariposas nocturnas no se alimentan nunca, de modo que tan sólo logran sobrevivir un promedio de entre tres y seis días.
El apareamiento de las mariposas dura alrededor de veinticuatro horas, tras lo cual la hembra pone entre cincuenta y mil huevos. Cada especie de mariposa se decanta por una planta concreta para poner los huevos, y es necesario que la hembra encuentre dicha planta, puesto que sus orugas sólo pueden alimentarse de determinadas plantas. Una mariposa se aparea una sola vez en toda su vida.
Las mariposas se alimentan del néctar de las flores, aunque también de la fruta muy madura, la savia de algunos árboles, e incluso de secreciones animales como el sudor, lágrimas u orina, de donde obtienen sales minerales.
El polvillo que recubre las alas de las mariposas está conformado por diminutas escamas, y es responsable de los colores y los dibujos sobre la superficie de sus alas, dándole el nombre que caracteriza a cada especie en particular, que siempre proviene del griego «Lepido», que significa escama, y «Pteron», que significa ala.
La metamorfosis de la mariposa comienza en su fase como huevo, creciendo como una oruga y tras la fase de transformación denominada crisálida, se convierte finalmente en adulto o imago.
Una mariposa puede poner entre cincuenta y mil huevos, de los cuales se estima que tan sólo un 2% cumplirá el ciclo, convirtiéndose en adulto. Una vez se ha transformado en oruga, ésta puede multiplicar por cinco mil veces su peso inicial, llegando a mudar entre cuatro y seis veces su piel rígida, o exoesqueleto.
Finalmente se produce la transformación de la crisálida, y algunas mariposas nocturnas pueden incluso cubrir la crisálida con seda protectora durante meses, antes de la metamorfosis.
Cuando la mariposa sale de la crisálida, sus alas están húmedas y arrugadas, de modo que es necesario estirarlas para poder volar. Su única misión consistirá en encontrar una pareja con la que poder procrear y repetir el ciclo que perpetúa la especie.
La desaparición de los prados silvestres, que han sido finalmente sustituidos por zonas de monocultivo, urbes urbanas y zonas industriales, etc., ha hecho que las plantas de las que dependen las mariposas desaparezcan, lo cual ha limitado su supervivencia de un modo drástico.
La ortiga, el trébol, el hinojo y el cardo, que normalmente son consideradas como «malas hierbas», son palantas adecuadas y hospedantes para muchas mariposas.
Actualmente, las mariposas están desapareciendo a causa de la manipulación que el ser humano hace del medio ambiente, destruyendo y extinguiendo los recursos naturales, así como el resto de especies del planeta.
Todas las imágenes han sido realizadas por Rafael Moriel en el «Mariposario del Drago», en la isla de Tenerife, cuya visita recomiendo encarecidamente.
Mariposario del Drago:
Avenida de Canarias S/N
38430 Icod de los Vinos
(Junto al Drago Milenario). Tenerife
Tel: +34 922 81 51 67
mail@mariposario.com
El día que visitamos el «Mariposario del Drago», en la isla de Tenerife, observé volar a un ejemplar de mariposa grande. En ese instante fui consciente de la enorme fragilidad de aquel insecto, de más de diez centímetros, desplazándose lentamente.
El objeto del presente post es concienciar acerca del respeto al medio ambiente, concretamente de las mariposas, si es que todavía estamos a tiempo de cambiar algo.
1-Attacus Atlas Foto: Rafael Moriel |
La mariposa es un insecto del género lepidóptero. Se conocen doscientos cincuenta mil tipos diferentes de especies, de los cuales tan sólo quince mil de ellos se corresponde con mariposas diurnas, siendo el resto de ellas nocturnas. Se trata del grupo con mayor diversidad de especies sobre la tierra.
2-Danaus Plexippus Foto: Rafael Moriel |
3-Dryas Iulia Foto: Rafael Moriel |
Una mariposa común vive entre una y tres semanas. Las especies que hibernan pueden vivir hasta varios meses, debido a su inactividad durante dicho periodo. Algunas especies de mariposas nocturnas no se alimentan nunca, de modo que tan sólo logran sobrevivir un promedio de entre tres y seis días.
4-Dryus Iulia + Heliconius Cheritonius Foto: Rafael Moriel |
El apareamiento de las mariposas dura alrededor de veinticuatro horas, tras lo cual la hembra pone entre cincuenta y mil huevos. Cada especie de mariposa se decanta por una planta concreta para poner los huevos, y es necesario que la hembra encuentre dicha planta, puesto que sus orugas sólo pueden alimentarse de determinadas plantas. Una mariposa se aparea una sola vez en toda su vida.
5-Greta Oto Foto: Rafael Moriel |
Las mariposas se alimentan del néctar de las flores, aunque también de la fruta muy madura, la savia de algunos árboles, e incluso de secreciones animales como el sudor, lágrimas u orina, de donde obtienen sales minerales.
6-Heliconius Erato 2 Foto: Rafael Moriel |
El polvillo que recubre las alas de las mariposas está conformado por diminutas escamas, y es responsable de los colores y los dibujos sobre la superficie de sus alas, dándole el nombre que caracteriza a cada especie en particular, que siempre proviene del griego «Lepido», que significa escama, y «Pteron», que significa ala.
7-Heliconius Erato_2 Foto: Rafael Moriel |
La metamorfosis de la mariposa comienza en su fase como huevo, creciendo como una oruga y tras la fase de transformación denominada crisálida, se convierte finalmente en adulto o imago.
8-Heliconius Foto: Rafael Moriel |
Una mariposa puede poner entre cincuenta y mil huevos, de los cuales se estima que tan sólo un 2% cumplirá el ciclo, convirtiéndose en adulto. Una vez se ha transformado en oruga, ésta puede multiplicar por cinco mil veces su peso inicial, llegando a mudar entre cuatro y seis veces su piel rígida, o exoesqueleto.
9-Idea Leuconoe Foto: Rafael Moriel |
10-Morpho Peleides Foto: Rafael Moriel |
Cuando la mariposa sale de la crisálida, sus alas están húmedas y arrugadas, de modo que es necesario estirarlas para poder volar. Su única misión consistirá en encontrar una pareja con la que poder procrear y repetir el ciclo que perpetúa la especie.
11-Orugas Samia Ricini Foto: Rafael Moriel |
12-Orugas Foto: Rafael Moriel |
13-Crisálida_1 Foto: Rafael Moriel |
14-Crisálida_2 Foto: Rafael Moriel |
15-Crisálida_3 Foto: Rafael Moriel |
Actualmente, las mariposas están desapareciendo a causa de la manipulación que el ser humano hace del medio ambiente, destruyendo y extinguiendo los recursos naturales, así como el resto de especies del planeta.
Todas las imágenes han sido realizadas por Rafael Moriel en el «Mariposario del Drago», en la isla de Tenerife, cuya visita recomiendo encarecidamente.
Mariposario del Drago:
Avenida de Canarias S/N
38430 Icod de los Vinos
(Junto al Drago Milenario). Tenerife
Tel: +34 922 81 51 67
mail@mariposario.com
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Rafael Moriel
Rafael Moriel